ESCUDO MUNICIPAL

HERÁLDICA Forma: ovoide filiera de sable timbrado. Trae en campo único sobre tapiz de azur una hilera de arbustos foliados de sinople sobre una franja de oro, un puente de gules siete pilares de sable sobre un río cuadal de azur aclarado de plata. Ornamentos: como timbre un sol de oro con diecisiete rayos triangulares, surmontado de un lema de calidad de letras ariales capitales de sable. En ambos flancos dos ramos de laurel estilizado foliados de sinople por cinco pares y uno simple en el extremo superior. Debajo de la punta un lema toponímico de letras capitales ariales de sable. El todo sobre una cartela de plata cuadrilonga con los bordes superior e inferior en arco central. SIMBOLOGÍA Aunque heráldicamente incorrecto se decidió mostrar en el escudo el puente Pexoa famoso por ser nombrado en varias canciones y ser el icono de la población, la vegetación y las playas del río Riachuelo. El puente estaba antiguamente encadenado con tensores de hierro a la costa, sobre el cauce del río Riachuelo, antiguamente conocido como Río de las Palmas. Este es el primer afluente del Paraná Medio y nace en los esteros del mismo nombre. Su armazón, también de hierro, y de 75 mts de largo, tenía arcos que lo cruzaban a lo ancho, luego fueron quitados por su escasa altura –ya que los colectivos y camiones se fabricaron más altos– y por el peso total de su construcción, la que fue apuntalada con pilotes. Esos pilotes, al igual que los durmientes, eran de madera de quebracho colorado. El puente lleva el nombre de Pexoa, por haber sido dueño de las tierras del lugar el general Nicolás Pexoa y Figueroa, teniente de Gobernador entre 1691 y 1693; se destacó por enfrentar a los aborígenes que a menudo atacaban a la población. Su sucesor como teniente de Gobernador, el capitán Pedro Marín Flores, en reconocimiento por haber terminado aquel con los malones, le donó dichas tierras.