BUENOS AIRES.— América Latina homenajeó ayer al ex presidente, Néstor Kirchner, secretario general de Unasur, en las personas de ocho presidentes de la región que acudieron al sepelio a darle el último adiós y acompañar a su esposa, la presidenta Cristina Kirchner, en una jornada histórica, con una multitud volcada a la Casa de Gobierno, donde tienen lugar las exequias.
El primero en llegar a la capilla ardiente fue el presidente boliviano, Evo Morales, quien calificó a Kirchner como “un líder inspirador e insustituible que sacó adelante a Argentina.
“Siempre me aconsejó bien en momentos difíciles. Fue un líder inspirador e insustituible y deja huérfana a Sudamérica”, acotó Morales.
Horas después llegó el ecuatoriano Rafael Correa, quien se dijo “tremendamente conmovido, tremendamente triste, pero la mejor memoria que podemos hacer por Néstor, el mejor regalo, la mejor conmemoración a todo lo que hizo por Argentina y por nuestra América es seguir luchando, seguir haciendo sus ideales, sus sueños e ilusiones, construyendo esta patria grande”.
El mandatario uruguayo José Mujica llegó acompañado de legisladores de todos los partidos para decirles a “nuestros hermanos argentinos: Uruguay todo te abraza. Venimos a decirle humildemente al pueblo argentino que a veces en la bonanza andamos separados, pero en el dolor siempre andamos juntos”.
Después fue el turno del chileno Sebastián Piñera, quien calificó el deceso del ex presidente argentino como “una gran pérdida no sólo en lo político, sino en lo personal” y con quien, dijo, “habíamos desarrollado una amistad verdadera”. Compungido, el colombiano Juan Manuel Santos expreso que “estamos ante un hecho que no nos hubiéramos imaginado que iba a suceder. Hemos venido a expresar a Cristina Fernández y al pueblo argentino nuestras condolencias, y los acompañamos de todo corazón”.
Convocados por una pasión
Horas más tarde siguieron el paraguayo, Fernando Lugo, quien elogió la figura de Kirchner, y el venezolano Hugo Chávez, quien recordó que “por primera vez en estos años, en este ir y venir, llegamos a Buenos Aires con el llanto del Caribe y con el llanto de Orinoco para unirnos en el pesar, en el dolor, al pueblo argentino; a su presidenta, nuestra hermana Cristina”, dijo. “Venimos convocados también por esa pasión argentina que fue Néstor Kirchner, convocados por esa pasión sudamericana, unionista, que fue Néstor. Cuánto se nos parece la vida de Néstor Kirchner al título de un buen libro de un gran escritor argentino, Eduardo Mallea, Historia de una pasión argentina. Eso fue Néstor, y más que argentina es la historia de una pasión de nuestro pueblo”, acotó el presidente venezolano.
Todos desfilaron ante el féretro donde estaban los restos de Kirchner y compartieron el luctuoso momento con la presidenta. El brasileño Lula da Silva, quien no formuló declaraciones, fue de los últimos en llegar. Por parte de México, acudió la canciller Patricia Espinosa.
En el terreno interno, el vicepresidente Julio Cobos y el ex presidente Eduardo Duhalde (2001-2003), los dos máximos opositores a los Kirchner, no asistieron al sepelio por recomendación del jefe de gabinete, Aníbal Fernández. Las puertas de la Casa Rosada se mantendrían abiertas toda la noche. La ceremonia fúnebre se extenderá hasta esta mañana.
Posteriormente, el cuerpo de Kirchner será trasladado a la sureña ciudad de Río Gallegos, donde nació y en la que inició su carrera política, para su sepultura en el cementerio local.
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