La batalla fue un combate ocurrido en el sur del Paraguay el 9 de Marzo de 1811, entre fuerzas revolucionarias, al mando de Manuel Belgrano, miembro de la Primera Junta argentina de Gobierno, y las tropas paraguayas del coronel Manuel Atanasio Cabañas, en esa época al servicio de los realistas.
Al estallar la Revolución de Mayo en Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, la llamada Primera Junta de Gobierno invitó a las demás ciudades y provincias del mismo a unirse a la Revolución. Pero todo gesto en el sentido de conservar los gobiernos anteriores a la Revolución fue interpretado como hostil; en consecuencia, se ordenaron dos campañas militares a aplastar la resistencia, uno al Alto Perú y otro al Paraguay, cuyo gobernador español, Bernardo de Velasco, se había negado a reconocer a la Junta y había recibido el apoyo del Cabildo de Asunción.
Al mando de la campaña al Paraguay fue puesto Manuel Belgrano, miembro de la Junta que llevaba apenas 700 hombres, la mitad de ellos sin experiencia militar. No obstante, la prudente estrategia de Velasco lo llevó hasta Paraguarí, cerca de Asunción, donde logró derrotarlo con relativa facilidad.
Obligado a retroceder, Belgrano se dirigió hasta el río Tebicuary, donde se le unieron 400 hombres de las milicias guaraníes de Yapeyú y algunas compañías del Regimiento de Caballería de la Patria (ex Blandengues). Según anota en sus Memorias, los paraguayos no lo persiguieron, y así pudo continuar su retirada hasta el poblado de Santa Rosa. Allí recibió noticias de que se agravaba la situación en la Banda Oriental, por lo cual la Junta le ordenaba concluir pronto la campaña de Paraguay para atender al nuevo teatro de operaciones. A su vez, Belgrano pidió refuerzos y decidió detener la retirada en el río Tacuarí y resistir allí. Confiaba en poder mantener esa posición, siempre que Buenos Aires le mandara los refuerzos pedidos.
Aunque no hubo un éxito militar considerable, Belgrano logro que en el Paraguay se comenzara a considerar seriamente la Independencia, algo que había sido rechazado por diversas razones. En efecto, poco después, el 14 de mayo, los propios paraguayos declararon su independencia de hecho y se dio su primer gobierno. Entre sus impulsores se encontraban varios de los vencedores en Tacuarí, especialmente Fulgencio Yegros. No obstante, la campaña de Belgrano no logró que el Paraguay se incorporara a las Provincias Unidas del Río de la Plata, en que se agruparon las ex provincias del Virreinato del Río de la Plata.
Por su fracaso militar en el Paraguay la Junta de Buenos Aires le inició a Belgrano una causa el 6 de junio de 1811, aunque no había un cargo concreto hacia él, sino una petición del pueblo para que se hiciesen los cargos a que hubiese lugar. Sin embargo, no solo nadie presentó cargos en su contra, sino que los oficiales que habían actuado en la campaña al Paraguay manifestaron en un documento no tener quejas y defendieron su sacrificio patriótico y heroico valor así como su conducta intachable.
Finalmente el gobierno resolvió el 9 de agosto de 1811 absolverlo y emitir el veredicto en la Gazeta de Buenos Ayres: “...se declara que el general don Manuel Belgrano se ha conducido en el mando de aquel ejército con un valor, celo y consistencia digno del reconocimiento de la patria...”
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