Autor: Esquivel Norma Beatriz, Fernández Claudia Alejandra, Junco Rosa Haideé, Olivera Ivana Mirna Institución: Instituto de Formación Docente “María Luisa Román de Frechou” Provincia: Saladas, Corrientes.
INTRODUCCION
En este trabajo se analiza, la guerra de Malvinas, pero de una forma particular, con optimismo, con fuerzas, con esperanzas, con risas.
La pregunta problematizadora, impulsadora de la investigación fue: ¿Los veteranos de Malvinas pueden reír ante su experiencia en la guerra?.
Nuestra hipótesis: Sí, se puede volver reír después de Malvinas. La vida continua.
Los objetivos que nos proponemos son: Demostrar que hay una historia diferente, que existe un grupo de ex soldados que sonríen a la vida recordando el pasado. Y lograr que los veteranos de guerra de Malvinas de la localidad de Saladas sean recordados, valorados y reivincados.
La guerra originó muchas polémicas en todos los sectores. Pero en Saladas tiene un matiz diferente: ante el pesimismo y dolor generalizado, los veteranos acudieron a una terapia original, la de la risa, el humor, el recuerdo lindo de la guerra. Se reúnen los sábados, recuerdan con risas sus experiencias: lo que hacían contra el hambre, las armas ineficaces, sus oficiales, las detenciones por robar, del frío, del miedo a la oscuridad y a la soledad.
Sobre Malvinas, se plantea la temática de la propiedad: ¿realmente consideran a Malvinas como argentinas?
Pero no todo fue siempre risas, no todos los dolores pasaron.
Conseguir, recolectar datos fue tarea fácil por la gran cantidad de textos existentes sobre el tema, escritos, Internet, etc. El Centro de Veteranos cuenta con numerosa bibliografía al respecto. Cabe destacar la impresionante recolección de todo tipo de revistas y diarios de la época que nos ofrecieron, que, nos sirvió para saber como se manejaban los medios de comunicación en la época, pero no de fundamento
científico ya que recorrer sus páginas es la muestra mas clara de la desinformación y la obsecuencia al gobierno tirano.
La metodología empleada, además de fuentes bibliográficas autorizadas, fue de recolección de testimonios de los ex combatientes, como así también reportajes, encuestas, buscadores de Internet, e mail con veteranos nucleados en distintos Centros, observación de distintos filmes sobre la temática, centrándonos en Iluminados por el Fuego, ya que nuestros soldados se sienten identificados en esta película (la proyectamos junto con los veteranos en nuestro IFD). Los soldados correntinos en general que combatieron en Malvinas reconocieron que la difusión de la película permitió que muchos se animaran a hablar de los vejámenes a los que fueron sometidos por sus superiores en las islas del Sur. El film refleja el otro lado de una guerra que, a 24 años de su inicio, recién comienza a mostrar su lado más oscuro. En la trama un correntino muere en las lejanas tierras. En fin la metodología es de historias de vida.
Reviven al proyectar el film y... ríen acordándose de los robos no solo de ovejas sino de otros alimentos, y de las veces que fueron castigados, o , como zafaban de ellos.
DESARROLLO
“... Sé muy bien lo que opina de mí la gente, ya que no desconozco la mala fama que tengo, aun entre los más tontos. Pero yo soy la única, sí la única, que, cuando quiero, hago reír a los dioses y a los hombres. Y una muestra evidente de esto es que tan pronto como he empezado a hablar ante esta numerosa audiencia sus rostros se han iluminado con nueva y desacostumbrada alegría. Han relajado el ceño, acompañando su aplauso con una risa franca y amable. “
Erasmo de Rótterdam
Este trabajo no pretende realizar un seguimiento histórico sobre lo acontecido en Malvinas, es mas local: sentidos en pugna en la localidad de Saladas, nos centramos en los ex combatientes saladeños y de los alrededores.
Capítulo 1: ENCUADRE GEOGRÁFICO
Saladas: El objeto de nuestro estudio se encuentra en la Localidad de Saladas, ciudad cabecera del Departamento del mismo nombre, en la Provincia de Corrientes; (Esteros Correntinos, la Llanura Platense, o, Mesopotamia).
El Centro de Veteranos funciona en las instalaciones del cuartel de Bomberos Voluntarios de Saladas.
Malvinas: Los ex combatientes de Saladas participaron de la Guerra en Malvinas, pertenecientes al TAM y TOAS.
Las Islas Malvinas son un archipiélago situado en el sur del océano Atlántico, al este del estrecho de Magallanes y al noreste del extremo sur de Sudamérica. La
superficie total de las islas es de unos 12.173 km2. Las mayores son la Malvina oriental, también llamada Soledad o East Falkland y la Malvina Occidental West Falkland. Se encuentran ubicados entre los paralelos 51° y 53° de latitud sur y entre los meridianos 57° y 62° de longitud oeste de Greenwich.
La población total de las islas en la actualidad es de aproximadamente 2.200 habitantes.
Los soldados saladeños combatieron en Puerto Darwin, Puerto Argentino y Monte Dos Hermanas (inmediaciones de Puerto Argentino). Anexo 1.
Capítulo 2: ENCUADRE HISTÓRICO
CORRIENTES, es poseedora de una historia y bagaje cultural digna de ser conocida, tiene también el orgullo de haber contribuido a las gestas patrias con sus mejores hijos. Consta que el mayor porcentaje de los que volvieron fueron correntinos.
La calidad humana y profesional, sumadas a las virtudes castrenses, heredadas del código sanmartiniano son las características que definen al soldado correntino. Menéndez, bien lo decía: “... mostraron no solo un valor admirable, sino una contracción a las tareas encomendadas y una gran subordinación hacia los mandos superiores, aspectos estos de un altísimo valor cuando se está en pleno campo de batalla...”
SALADAS, nuestra tierra amada, es cuna del SARGENTO JUAN BAUTISTA CABRAL, y, participó en la guerra de Malvinas con la valentía de 34 hombres.
“Se va acabar/ se va acabar/ la dictadura militar”
“Argentinos a vencer, todos unidos y adelante”
“Las Malvinas son Argentinas, los desaparecidos también”
“Las Malvinas son de los trabajadores y no de los torturadores”
“Qué pasó con las Malvinas// esos chicos ya no están...”
Realmente, los sentidos se encuentran en pugna cuando tratamos de interpretar el por qué de esta Guerra, o, por qué el pueblo argentino lo celebró como estando de acuerdo con los militares cuando días antes se manifestaban en contra de ellos...
Cuesta entenderlo, pero trataremos de hacerlo: La recuperación de las islas se dio en el contexto de una dictadura militar que gobernaba nuestro país desde 1976 y que había reprimido sangrientamente a la población mediante el inédito método de la desaparición de personas.
Ya en 1978, el gobierno de facto logró distraer la atención nacional y mundial con el campeonato Mundial de Fútbol Argentina´78 y, en el año 1982, el desprestigio del gobierno militar era alto: acechado por la crisis económica, cuestionado en el exterior por las violaciones a los derechos humanos. El 30 de marzo de 1982 había reprimido una gran concentración de la CGT. Pero... dos días después, este gobierno consiguió el apoyo casi unánime de la ciudadanía el 2 abril de 1982 al ocupar por la fuerza las islas Malvinas, territorio reclamado por Argentina desde 1833.
Malvinas, presenta una dualidad. Tratamos de explicarlo diciendo que Malvinas fue una causa nacional y que no significaba adherir al gobierno de turno. La derrota en Malvinas fue también la derrota del gobierno militar. Gracias a Malvinas nos libramos de los militares, pero... a qué precio?
Capítulo 3: RECUERDOS DE LA GUERRA (Historia reciente)
Recordar no significa de manera alguna pretender hacer
un ejercicio masoquista de los terribles momentos de la guerra.
Significa dignificar el espíritu y las convicciones...
Para la concreción de este capitulo hemos acudido a testimonios orales (utilizando grabadoras o tomas de apuntes), testimonios escritos (algunos optaron por escribir ellos mismos lo que recordaban), reportajes, encuestas. La elaboración de los datos así obtenidos constituyó la parte problemática del informe ya que teníamos que generalizar al transcribirlos por la extensión de los mismos.
Los hombres que irresponsablemente
Galtieri envió al sacrificio
y Menéndez condujo a la derrota
Estaban todos cumpliendo con el servicio militar obligatorio en los Regimientos: R.I. 4, R.I. 12, G.A. 3, Bin 2, Bin 5, Infantería de Marina, FAPA y G.N., estaban bajo bandera, era su deber. A algunos le dijeron que iban a patrullar la frontera con Chile y una vez en el sur, cruzaron a las islas; otros habían cumplido ya con el servicio militar y fueron reincorporados. “Yo tenía solo 10 días de instrucción militar... y allá estuve a cargo de una guarnición.” – recuerda entre risas Rubén H.Torres.
Los recuerdos transcriptos los tomamos en sus reuniones de los sábados cuando se juntan para un asadito o un picado con vinito seguro. Hablan sin parar y ríen a veces sin sentido pero siempre con la palabra Malvinas en la punta de la lengua. (Sentidos en pugna hallamos también al contar sus experiencias ya que, los de infantería fueron tratados por sus oficiales y suboficiales en distinta forma que los de artillería).
La partida fue emocionante partían a lo desconocido a cumplir con su deber, ante el júbilo nacional, cumpliendo los sueños generaciones de argentinos. Aclaramos que los de infantería fueron engañados en cambio los de artillería sabían muy bien que se iban a defender las Malvinas Argentinas.
De los 34 soldados, solo uno desembarcó aquel 2 abril en la toma de las Islas (Marciano Veron) y ahí quedó, en el desembarco. Los demás llegaron a Malvinas entre el 4 y el 28 de abril y los ingleses el 7 de junio.
Los destinos de los saladeños fueron: Puerto Darwin, Puerto Argentino, Monte Dos Hermanas y un solo desembarco, pero el cambio de posiciones era constante.
Dos meses esperando a los ingleses. No fue tranquilo, porque los milicos los trataban como si estuvieran en los cuarteles cumpliendo rutinariamente su deber (corre, limpia, barre). Pero no estaban en el cuartel sino en las frías islas australes, húmedas, con nieve, neblina, lloviznas y vientos fuertes todo el día, sin árboles, a la intemperie en los pozos de zorro (húmedos, no muy profundos ya que brotaba agua) apenas tapados con carpas. Las ropas eran para la zona de Corrientes no para las islas.
¿Bañarse? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Alguno recuerda que una vez se bañó en una casa inglesa tomada que tenía calefón. Otros dicen, que si a los milicos se les hubiera ocurrido prestarle los baños de sus chozas para bañarse y calentasen el agua helada, no lo podrían hacer porque los elementos de higiene personal se quedaron en los cuarteles.
Dos meses fueron dos años, obedeciendo sumisamente a los milicos tal como en la película Iluminados por el fuego (aclaran que se sienten identificados aquellos que pertenecían a la infantería, los milicos de artillería eran gente, recuerdan con aprecio al General Balza).
¿La comida? Apestosa, era una especie de guiso o sopa con muy pocos ingredientes, no apto para la zona de mucho frío. Recuerdan que el fuego de la comida se apagaba a las 20 hs. y se servía a los oficiales a eso de las 21 hs. Tenían que esperar que ellos terminen de cenar, postres, cigarrillos, whisky, charlas, etc. y entonces recién podían llevar las cacerolas a los soldados que estaban en las proximidades de Puerto Argentino y/o Pto. Darwin. Estos eran privilegiados ya que comían a las 23,30 o 24 hs. la comida helada con pan duro (cuando se podía comer, mayormente estaban podridos). ¡Vos! Decía uno, nosotros que estábamos mas lejos comíamos cada dos o tres días, pero eran ricas las ovejas... Risas. ¡Callate vos kioskero! Los soldados de Balza afirmaban que estaban ahí para cumplir con su deber y no para comer. Inmediatamente preguntamos por los casos de robos de comida y los castigos: Cuentan que antes de la llegada de los ingleses no la pasaban tan mal. Tenían sus reservas... comida enlatada que trajeron del continente, y cuando se terminó tenían al “kioskero”. Si no se conseguían ellos mismos otra comida, había uno, de otra carpa que siempre tenía algo para canjear: cigarrillos, chocolate, 3 Plumas, enlatados, pan, frutas, si los milicos no le quitaban todo y, los castigos eran cuando no les daban a sus superiores. Los kelpers nos trataron bien, con respeto y admiración porque para ellos éramos unos bebes, aunque no nos entendíamos, nos manejábamos por señas. Las señoras de edad especialmente les daban cajones de frutas que se quedaban sus superiores. Entonces los conseguían igual... ¿robos? No lo
llamarían así. Los oficiales también comían ovejas asadas, pero para los soldados guiso frío. ¿Será que ellos no robaban? Estábamos bajo bandera, era nuestro deber obedecer. También gallinas y lo que se nos cruzaba por el camino, no preguntábamos si tenían dueño. Por ahí entrábamos en las casas, no había resistencia, tomábamos lo que encontrábamos (anécdotas que hacen reír a todos, como cuando confundieron mayonesa con cera), o de los tachos de basura ¿te acordás?. Eso en los malos tiempos, con los ingleses encima y ya sin comida. ¿Castigos? Como en la colimba, en cana o en la estaca. Y eso que en la película no se ve todo, en el piso nos ponían una carpa encima hasta acá (señalan por encima de la nariz).
Comimos mejor cuando estuvimos prisioneros de los ingleses, porque la comida era caliente con picantes para la zona de frío, y estábamos en lugares secos (en los barcos). ¡Che! Qué lindos los barcos, todos alfombrados, dormíamos en camas, no en la piedra, nos dieron ropas, nos bañamos, comimos. Yo me quería ir con ellos a Inglaterra.... Nuevamente las carcajadas, sabíamos que eran bromas nada más.
Llegaron los ingleses y en unos días nos ganaron, fue corto pero terrible. En ese tiempo no existían los celulares, ni radio había, los colimbas corríamos todo el día llevando y trayendo información, y... algunas ovejas o casas para comer había por el camino... Nuevamente las risas. No nos dejaban respirar, durante el día aviones, y de noche los cañones desde los barcos. Al principio asustaban, pero después te acostumbras, no nos dejaban dormir. Justo cuando los milicos no hinchaban tanto, estos no nos dejaban descansar. Risas.
Desnutrición claro que hubo, casi el 90% , si no nos rendíamos, moríamos de hambre o frío. No era fácil conseguir comida, y no siempre robábamos... Risas. ¿Medicina de guerra? ¿Qué medicina? Geniol para todo mientras estuvimos en guerra, de prisioneros, había de todo. Estábamos en guerra, era de primeros auxilios- dice uno- el hospital de campaña tenía de todo- dice el de artillería.
¿Armas deficientes? Las armas que teníamos eran del año 1979, obsoletas, escasez de municiones, pero los de artillería: armas nuevas y suficientes para ganar la guerra.
Tantos recuerdos tristes que hoy lo toman con gracia: el miedo ante la inminente llegada de los ingleses, conversaciones de zanja, su alegría al ver por primera vez nevar, las señas con los kelpers, los chocolates que se habrán afanado del depósito, el susto ante los primeros bombardeos. Pero, no todo fue risas, se dispersaron tomando diferentes posiciones en los cerros.
El desarrollo de la guerra fue triste, el desenlace aún más. El ambiente de entrevista se vuelve tenso, amargo. Un saladeño murió, hay heridos de guerra.
No se nos ocurrió desertar porque no se tenía a donde ir estábamos en unas islas y el agua estaba congelada. Algunos se hirieron a sí mismos en la mano, pierna, aprovechando los movimientos de partida al continente, Pero, hay que tener... para eso.
Se ordeno el cese de fuego por 24 horas, y en Puerto Argentino entregaron las armas, ya estaban rendidos. ¿Si queríamos la rendición? Y sí, fue un alivio, queríamos que termine, estábamos en un terreno inhóspito con fríos intensos, mal dormidos, mal comidos. Al principio sentí un sabor amargo, pero, luego a al ver que los ingleses nos trataban mejor que nuestros oficiales me sentí aliviado, pero... qué pasaría después?
después de estar en las islas todos prisioneros juntos fueron llevados a los barcos y fueron atendidos como no se lo esperaban. Un primer buque llegó hasta Comodoro Rivadavia con los prisioneros, allí los dejaron, cuentan que algunos volvieron a dedo a sus casas o, con ayuda de los lugareños. Los nuestros fueron llevados en el Northan Sud (un barco casino) hasta el Puerto de Montevideo, donde fueron “engordados un poco”, cruzaron al Puerto de Buenos Aires, de allí en camiones cerrados del ejército a Campo de Mayo. Todo de noche. De la misma manera, a escondidas, en tren llegaron a Mercedes antes de la hora prevista por detrás del Regimiento. Permanecieron 15 días siguiendo con el engorde regresando a sus casas por sus medios.
Soñaban con un recibimiento como héroes, no fue así, a escondidas, fueron considerados una vergüenza al haber perdido. Los argentinos somos exitistas...
Callaron por mucho tiempo, dicen: nos escondieron para que nadie viera el estado deplorable en el que volvíamos, nos prohibieron hablar y comentar lo que pasó en Malvinas, de los malos tratos, de la impotencia (bronca) que teníamos. Se hablaba de derrota no de rendición de los generales y dieron todo en Malvinas.
Algunos de los sobrevivientes se suicidaron, quedamos mal de la cabeza, dicen. Los veteranos de Saladas vivos tienen secuelas psicológicas (alcoholismo, histerismo, excesos de vicios...), físicas se observan en 14 de ellos con pie de trinchera aun hoy, que repercuten en otras enfermedades.
La mayoría aún hoy sigue afirmando que estábamos ganando la guerra, no decimos nada, no les mostramos nuestros documentos que señalan la gran diferencia bélica, que era imposible ganarla. ¿Será que fueron engañados? ¿Se quieren convencer de eso?
El gobierno está comenzando a reconocer a los veteranos de guerra pero falta mucho todavía.
La vida de estos héroes continua hoy trabajando por la causa Malvinas para que no quede en el olvido, y, para que todos los días sea un dos de abril y no solamente una fecha del calendario.
Sobre la propiedad de las islas, todos sostienen que las islas Malvinas son y serán Argentinas. ¿Cómo mostrarles nuestros documentos? ¿Cómo decirles que estamos convencidas que no son nuestras? ¿Cómo explicarles que fueron utilizados para tapar los desastres que estaban haciendo los militares, para desviar la atención pública? Sus carpetas, certificados, etc. están llenos de banderitas argentinas.
Capítulo 4: CENTRO DE VETERANOS MARCIANO VERON
El Centro de Veteranos es uno de los más antiguos del país, data del año 1982, funciona en las instalaciones del cuartel de bomberos voluntarios Saladas, tres de ellos son bomberos voluntarios.
Cambio de nombre tres veces. Primeramente se llamaba “Sargento Cabral”, luego “Marciano Veron o Cabo Primero Veron”, y hoy “Sargento Veron” rindiendo homenaje al soldado saladeño que hoy reposa en Malvinas. Se incluyen en este Centro a todos los que participaron de Malvinas, sean soldados, suboficiales y oficiales.
No tienen personería jurídica por cuestiones económicas pero piensan concretarlo en un futuro no muy lejano. Sin embargo son reconocidos con certificados, como tal por diferentes instituciones del medio, como las Escuelas, Municipalidad, Clubes, el Ministerio del Interior, etc; e incluso la plaza del Barrio Centenario de esta localidad lleva el nombre de “Cabo Primero Marciano Veron” con un busto donado por Gendarmería Nacional, que debe ser cambiado ya que es Sargento Verón (póstumo).
El Centro esta conformado por treinta y cuatro miembros. Tres de ellos muertos, uno en el desembarco de recuperación de Malvinas, y dos después de la guerra (presuntamente por trastornos psicológicos). No todos trabajan, catorce de ellos debieron emigrar en busca de trabajo. Los restantes están la Administración Pública.
Después de largas luchas, hoy, nuestros ex combatientes económicamente no están mal ya que gozan de los siguientes beneficios: reciben una pensión nacional de $ 1.400, una pensión provincial de $ 700, viviendas provinciales gratis (solo deben ser casados y con el título de propiedad pagado), energía eléctrica sin pagar hasta los 300 Kw., son eximidos también de las tasas municipales.
“... Pasan de la exaltación a la depresión, ya lloran, ya ríen o suspiran; en resumen, están absolutamente enajenados. Y, por último, cuando vuelven en sí, afirman no saber dónde han estado, en el cuerpo o fuera de el, si estaban despiertos o dormidos. No recuerdan lo que han oído o visto, que han dicho o hecho, como si estuviesen en una nebulosa o sueño. Sólo saben que fueron tan felices durante este éxtasis. Se lamentan de haber vuelto a la razón, ya que nada desean más que vivir eternamente este tipo de locura. ¡Y no es más que una pequeña prueba de la futura felicidad!...”
Erasmo de Rótterdam
Se reúnen todos los sábados a las 21 hs. donde practican la terapia de la risa recordando todo lo que vivieron en Malvinas, siempre su tema es y será Malvinas, pero, tratan de evitar los temas depresivos, ya que no recibieron ayuda psicológica, son gente humilde no pueden costearse por si solos este tipo de tratamiento, hacen lo que pueden y sus reuniones son su cable a tierra.
No todos estuvieron de acuerdo en que participemos de sus reuniones, no siempre conseguíamos algo e incluso algunos dejaron de asistir, entonces fuimos a sus casas, los invitamos al Instituto e incluso llevamos a uno a la casa de la profesora tutora. Reunidos no paran. Son gritones, y cuando se exaltan hay uno o dos (Servín y Torres) que hacen de mediadores y nos explican así son, pero saben que les sirve.
“... ¿Qué se busca con ese laberinto de temas por discutir, que en general no son más que una pérdida de tiempo, una aspereza, o una simple pelea?...”
Erasmo de Rótterdam
Siempre tienen algo que hacer, no paran, son bomberos voluntarios (aquí las actividades son múltiples), ayudan en el mantenimiento de escuelas carenciadas, ayudan a las familias humildes, dan charlas, proyectan películas, desfilan, asisten a encuentros de veteranos, viajan constantemente con medios propios y sin recibir ni pedir recompensa. Cuentan con una biblioteca extensa sobre el tema, todo tipo de revistas, periódicos, recortes, fotos, certificados, etc. No se cansan, siempre están listos y dispuestos a acudir a las escuelas que los llamen. ¿Por qué lo hacen? Sienten que nos defraudaron, que se rindieron en Malvinas, perdieron, es una forma de retribuir, de devolver a la comunidad lo que recibieron (sus pensiones). Uno recuerda: Nos escondieron o nos escondimos nosotros mismos, yo no salía porque tenía vergüenza de contar la derrota.
CONCLUCIÓN
¡Diviértanse, entonces! ¡Vivan, celebren, beban, gloriosos seguidores de la...”
Erasmo de Rótterdam
El Centro de Veteranos de Guerra “Sargento Marciano Veron” tiene los sentidos en pugna. Sienten que defraudaron a la sociedad al perder la Guerra.
Después de compartir con ellos largas charlas por tres meses, hemos tratado de evidenciar la realidad de los principios por los cuales vale la pena vivir y pelearle a la vida hasta la muerte, tratando de cumplir con Lugones: “Ojos mejores para ver la patria”.
Son nuestros héroes, y, ahora que parecen haber pasado los días de la gloria y del coraje, ahora que, “quieren volver los grises a nivelar las horas y ensuciar los espacios”(Caponnetto), es imperioso que nadie los olvide y nos comprometemos a difundir sus historias de vida. Empezamos en la localidad con los medios de comunicación, en la provincia a través del Seminario Regional y si en el Seminario Internacional somos escuchadas, nuestro principal objetivo estará cumplido.
Sobre la propiedad de las islas Malvinas, después de haber estudiado mucho, personalmente creemos que los que viven allí no quieren ser argentinos, entonces que decidan ellos. Como nosotros, los ingleses también tienen sus razones históricas. Pero, nuestros héroes tienen convicciones morales para sostener que son argentinas. Dejaron
mucho allá: vidas truncadas, sufrimientos, historias de vidas y de muertes que aun tienen sus secuelas. No queremos mostrarles, decirles, explicarles... solo apoyamos su causa, no daremos lugar a la razón, solo al corazón y afirmaremos fuerte con ellos: ¡Las Malvinas son Argentinas!
Esta admiración y confianza que sentimos por ellos, son los pilares que necesita el país. Hay que imponer el sentido y el espíritu del 2 de abril a todos los espacios y los días de esta tierra. Solo entonces la Argentina irredenta cederá el paso a la patria soñada.
“¡Fuerza! No aflojen. No se rindieron, no perdieron, son nuestros héroes. Gracias por el ejemplo de lucha, de coraje, de sumisión, de lealtad, de respeto, de orgullo, de esfuerzo, de solidaridad, de compañerismo, de vida...”
BIBLIOGRAFIA
Se utilizaron todos los recursos disponibles: bibliografía oficial, no oficial, artículos varios de prensa, videos, buscadores de Internet, etc. La bibliografía es tan extensa y variada, que se intentará resumirla:
Armando, José (1987) Malvinas, hambre y coraje: el Diario de un Soldado (Buenos Aires: Abril)
Berger, Martín. El rescate de las Malvinas. Buenos Aires. Editorial Bruguera. 1982.
Boccazzi, Joaquín A. Compilación Malvinas: actuación de las fuerzas armadas
participaron en el conflicto. Buenos Aires. Ediciones Gráfica Sur. 2004.
Cardoso, Oscar, Kirschbaum, Ricardo, y V. Malvinas. La trama secreta. Buenos Aires. Editorial Planeta, 1984.
Ceron, Sergio (1984) Malvinas: Gesta Heroica o Derrota Vergonzosa? (Buenos Aires: Sudamericana)
Costa Méndez, Nicanor, Malvinas. Esta es la historia. Buenos Aires. Editorial Sudamericana. 1993.
El Ejercito Argentino en la Guerra de las Malvinas." Armas y Geoestrategia". Vol. 2. No 6. Mayo 1983
Foulkes, Haroldo. Las Malvinas. Una causa nacional. Buenos Aires. Ediciones Corregidor. 1982.
Guber, Rosana. De chicos a veteranos. Memorias argentinas de la guerra de Malvinas. Buenos Aires. Editorial Antropofagia. 2004.
Kasanzew, N. (1982) Malvinas a sangre y fuego (Buenos Aires: siete Dias)
Kon, Daniel (1982) Los chicos de la guerra (Buenos Aires: Galerna)
Mayorga, Horacio y Errecaborde, Jorge. No Vencidos, Relato de las operaciones navales en el conflicto del Atlántico Sur. Buenos Aires. Editorial Planeta. 1998.
Montenegro, N. y Aliverti, E. (1982) Los nombres de la derrota (Buenos Aires: Nemont)
Moro, Rubén Oscar. La trampa de las Malvinas. Buenos Aires. Edivérn. 2005.
Rótterdam, Erasmo. (Pensadores Universales). Elogio de la Locura. Edit. Gradifco. 2004. Buenos Aires. Varias paginas.
Solari Yrigoyen, Hipólito. Malvinas: lo que no cuentan los ingleses (1833-1982), Buenos Aires. El Ateneo. 1998.
AGRADECIMIENTOS
• Al Centro de Veteranos “Sargento Marciano Veron”.
.
• A Multivisión.
0 comentarios:
Publicar un comentario