HERÁLDICA Forma: elipse, filiera de gules timbrado. Trae en palo desde el jefe a la punta un quebracho colorado tronco y ramas de su color foliado de sinople disminuído de oro,detrás el campo superior de azur celeste disminuído de plata y el inferior una faja de arbustos de sinople y sable, un río de azur celeste disminuído de plata con un velero de dos palos de su color amarrado al borde, velas recogidas y al tope de los palos dos banderas ondeantes terciadas en faja de azur celeste y plata. orientado a la siniestra del blasón, a la diestra del árbol una pila de cinco filas de troncos de su color sobre la margen cercana del río de sinople y sable florida de oro. Ornamentos: gruesa filiera de gules cargada en la punta con un lema toponímico de letras capitales ariales de plata, como timbre una cruz romana de lo mismo. Dos ramos de laurel foliados de sinople frutados de gules en corona abierta unidos por lo bajo con una cinta terciada en faja de azur celeste y plata en moño simple. . SIMBOLOGÍA Más que obedecer a las leyes de la heráldica se prefirió mostrar las bellezas locales naturales, de ahí el carácter paisajista del escudo con el quebracho colorado en primer plano que recuerda al Árbol del Señor Hallado y simboliza además la flora tan abundante en la zona y la industria mederera derivada que se muestra con la pila de troncos, el río Paraná en segundo plano con sus barrancas y el velero como medio de transporte antiguo de la madera completan el cuadro. Los Laureles y la cinta argentina su pertenencia a la Nación. La Cruz cristiana suprior reafirma su profunda fé católica . HISTORIA . Antiguos dueños de la región, los Guaraníes caracterizaron culturalmente este territorio, marchando a la par de las aguas de los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay.
Dedicados a la caza y a la pesca, aprovechaban además las frutas silvestres y la abundante madera que le brindaban los montes cercanos.
Los Guaraníes crearon una forma propia de comunicarse, identificando a través de esta a los ríos, arroyos, lagunas, cerros, montes y sitios significativos de su entorno.
Los orígenes de Empedrado se remontan al siglo XVII, con el establecimiento del fortín Santiago Sánchez y el posterior Pueblo Viejo cerca del arroyo Empedrado, destruido en el siglo XVIII por invasión indígena del Chaco. En 1806, en torno a la capilla erigida fue formándose otro núcleo poblado, al amparo de la protección contra los malones que les brindaba su fe en la imagen de El Señor Hallado, talla de madera de factura indígena, actual mente Patrono local, que se halla en el Templo Parroquial. Manuel Florencio Mantilla documenta la fundación de empedrado de la siguiente manera: Existía una forma de ranchería alrededor de la capilla, que los vecinos consagraron al señor hallado. Al principio de 1826, el gobierno compra a Dionisio Suárez un terreno de 1500 veras en cuadro para el pueblo de empedrado (fue una plaza cuadrada y dos calles paralelas a cada costado de una cuadra cada una). La ley del 14 de septiembre de 1926 aprobó los actos del gobierno. Denominase al pueblo “Capilla del Señor”, en 1827 en el mes de noviembre tuvo su primer escuela. Empedrado, emprende desde ese momento una marcha sin prisa, pero sin pausa en el derrotero para alcanzar el sitial que le tiene reservado en el consenso de los pueblos Empedrado, a partir de su reconocimiento como pueblo, se inicia un nuevo proceso de desarrollo y despegue, con su organización política institucional, social, cultural y económica, que lo incorpora al concierto de los pueblos más importantes de la provincia. Cerca de la Ruta Nacional Nº 12, camino a Goya y tras un espléndido marco de añosos eucaliptos, se halla esta localidad que ha conservado el singular atractivo de los pueblos de mediados del siglo pasado con sus típicas casonas de amplias galerías de tejas y ventanales enrejados. Se añade al paisaje de su alrededores la imponencia del Paraná, con sus playas, balnearios y la pesca deportiva que ofrece un sostenido pique especialmente de dorados. Despierta curiosidad, sobre la costa Empedrado comúnmente llamado “la Perla del Paraná” conserva el estilo arquitectónico de lejanas épocas. Sus altas barrancas le han concedido justa nombradía.
EL SEÑOR HALLADO
Felipe Olivera vecino del lugar, iba en peregrinación religiosa a Itatí, a cuya patrona popular, la virgen milagrosa, había ofrecido y prometido una caminata hasta su altar, con una joya si lo asistía en un trace difícil de la vida, del que salió bien.
Era tiempo de grandes calores, fatigado el peregrino quedo a descansar a la sombra de un árbol corpulento y frondoso. Durmió y al volver del sueño distrayendo la mirada en la hermosura del árbol protector, vio un crucifijo atado entre las ramas. Adoro su hallazgo, lo bajo con reverencia, lo llevo a Itatí, el cura del lugar declara aquello un milagro.
El regreso a empedrado fue ya acompañado por creyentes en el señor hallado, allí en pomposa función de la iglesia matriz se ratifico la opción del cura de Itatí; desde ese entonces quedo establecido el poder divinal del señor hallado, el sitio que la tradición marca como aquel que fuera hallado la imagen, ese lugar denominado el sombrero.
El crecimiento de la población en torno del rancho de olivera y la divulgación del culto del señor hallado hicieron necesaria la construcción de la capilla que fue autorizada y construida en 1807.
Veinte años después se construyo en el mismo terreno una mas grande, que con sucesiva y periódicas refacciones llego hasta 1911 año en el que fue inauguró el actual templo parroquial, obra del Sacerdote S Carrella.
Los años han pasado las capillas ya no existen, pero el feliz hallazgo de Olivera perdura intacto en el altar mayor de la actual iglesia y en el corazón de todos los empedradeños.
Iglesia de Nuestro Señor Hallado:Fundada en el año 1825.En su interior se venera la imagen de un Cristo Crucificado de más de tres Siglos y fue superpuesta sobre una Cruz de Madera. La Araña cercana al altar perteneció a la Mansión de Invierno, el altar mayor fue hecho en mármol blanco.La Construcción del Templo encierra una historia de amor, la del Arquitecto Santiago Scalella quien decide tomar los hábitos al morir su novia, poco tiempo antes de casarse. El mismo construyó la Iglesia en memoria de su amada. Sobre una pared lateral se realizó el Mural A Nuestro Señor Hallado en 1999.
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HIMNO A EMPEDRADO
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